Fernando Fernán Gómez

La obra se traslada a los tiempos en que los cómicos, creadores de ilusiones, protagonistas de innumerables vidas, viajaban en tren por la geografía española. Iban cargados de baúles que los acompañaban a lo largo de unas tournées casi eternas.

Admirado por las mujeres, envidiado por sus rivales, Juan de Tassis, Conde de Villamediana, fue odiado por el Conde Duque de Olivares y por el mismísimo Felipe IV. Pero estos no fueron sus únicos enemigos: nobles y mendigos, actores y burgueses sufrieron sus burlas, amoríos y desdén. Su asesinato sigue siendo un misterio.

Fernán-Gómez narra un hecho que marcó el pasado de Florencia, y que ya abordó en su obra de teatro La coartada: la conjura de los Pazzi, para acabar con la vida de Lorenzo y Giuliano de Médici, y devolver a Florencia la condición de república. En la novela, un personaje cobra suma importancia: el padre dominico Maffei, quien se ve envuelto en el complot y acaba convirtiéndose en la mano ejecutora de un crimen ideado por otros.

El autor crea una novela picaresca a partir del material que recogió en su investigación para la serie televisiva El pícaro. Fernán Gómez rescata algunas de las escenas de la serie que eran de creación propia, fruto de su imaginación y de su talento.

Ambientada en el mundo del cine, cuenta las peripecias amorosas y vitales de Enrique Lafuente, un escritor y guionista de éxito que ha sacrificado su talento a cambio del dinero que ofrecen las productoras. 

En la turbulenta España de principios del siglo XX, Mariana Bravo es una joven pobre y soñadora que abandona su pueblo en pos de un empleo en un comercio en la capital. Unida en amor libre con Ramón Gómez, Mariana llega a regentar una portería cercana a la Puerta del Sol. En torno a Mariana y a Ramón se mueven curiosos personajes que dibujan el Madrid de los años que rodearon la Guerra Civil, entre enredos de comedia y persecuciones políticas. La productora Rosa García ha adquirido los derechos cinematográficos de la novela.

Mitad trágica y mitad cómica, esta es la historia del marqués de Trespasos, un aristócrata venido a menos que vive en un palacio destartalado en las afueras de Madrid. Fernán Gómez impregna el relato con una sensibilidad y una emoción sobrecogedoras.

Ambientada en el Madrid de 1968, narra la sórdida vida cotidiana de una familia cuyos padres combatieron por la República. Su rutina se ve alterada por la reaparición de un hermano que tuvo que exiliarse en Argentina.

En la Castilla medieval, un arcipreste juerguista y mujeriego es regañado por su tío, el obispo, quien le reprocha su vida licenciosa y lo encierra un año en un monasterio. El arcipreste compone allí la historia que es propiamente la novela: El conde don Sancho espera el regreso de su esposa y de su hija doña Mencía con impaciencia. Vuelven de Provenza con unos caballeros, después de una visita cuyo objeto era concertar la futura boda de doña Mencía. Con ellas y sus acompañantes llega también una nueva moda provenzal, el “amor cortés”, que trastorna todos los comportamientos.

Relata la historia de una compañía de teatro itinerante que viaja por los pueblos de Castilla la Nueva desde el comienzo del franquismo hasta la eclosión definitiva del cine. El protagonista principal de la historia es Carlos, un cómico que crece a lo largo de la novela y al que acompañan su padre, su hijo, una prima jovencita, otra prima, la novia y un amigo. Juntos forman la Compañía Iniesta-Galván. La obra describe su vida y cómo tienen que amoldarse a las circunstancias de la época.

El vendedor de naranjas, primera novela de Fernando Fernán Gómez, escrita cuando ya era un actor y director popular, es una comedia irónica y emotiva de mimbres autobiográficos, una narración plagada de momentos brillantes que nos muestra los avatares —chanchullos, sinsabores, estafas y golferías varias— de la producción cinematográfica española. Es, a mayores, una luminosa muestra del ambiente y de las condiciones de vida de quienes trabajaban en la —todavía en pañales en los años cincuenta— industria del celuloide de nuestro país, apoyada en la leyenda de que los productores de cine español de la época eran empresarios valencianos de la naranja.

Es una colección de veinticinco relatos, cuyos temas beben del mundo de la interpretación y el espectáculo, de la lucha por la supervivencia, de la imaginación y hasta de unos juegos de la infancia que, de algún modo, perviven en la madurez y nos señalan cierta dirección a seguir. 

Se trata, por un lado, de dos piezas teatrales (Por parte de madre y Estebanillo) de las que hasta ahora sólo se tenía constancia por alguna breve y escueta mención entre las miles de páginas escritas por el propio autor en su espléndida labor como ensayista y, por otro lado, de un proyecto para representaciones en Madrid durante el Mundial del 82, una fiesta de teatro titulada Madrid, rompeolas de todas las Españas (adornada en su original con una serie de imágenes que dan cuenta del ya conocido polifacetismo del autor) y de una conferencia de 1999 prevista para la Filmoteca Española (donde vuelve a explorar la relación entre el cine y el teatro desde su experiencia como creador y trabajador en ambas disciplinas).

Estos cuatro textos conforman un conjunto esencial para profundizar en la dramaturgia de Fernando Fernán Gómez y para comprender mejor su vida y obra.

El poliédrico y epicúreo Fernán Gómez se inclinaba por el arte de la escritura: «De entre estas cosas, la de actuar, la de dirigir y la de escribir, elegiría esta última, porque me produce más placer que las otras dos» y concebía la vida como teatro, «se sabe desde los tiempos clásicos. Y si es teatro lo es porque no sólo los actores, sino todas las demás personas representan, actúan, interpretan.»

Este volumen reúne por primera vez el teatro de Fernando Fernán Gómez. Contiene, además de todas las obras dramáticas publicadas en vida del autor (algunas de la magnitud de La coartada o de la trascendencia de la aplaudidísima Las bicicletas son para el verano), otros muchos textos que fueron llevados a escena pero que permanecieron inéditos (tal es el caso de Ojos de bosque o de Del rey Ordás y su infamia) y, también, una serie de grandes descubrimientos (Relámpagos, Soldado…) hasta ahora desconocidos y, por tanto, nunca representados ni editados.

En total, sesenta y nueve años de escritura teatral que comienzan con El guiñol de Papá Dick, en 1938, y concluyen con El mundo de Arniches, en 2007, año de su muerte, aunque no de la desaparición del enorme legado que nos deja.

En el verano de 1936 estalla la Guerra Civil. En la ciudad de Madrid, la familia formada por don Luis, su esposa Dolores y sus hijos Manolita y Luisito, comparten la cotidianidad de la guerra con la criada y con los vecinos del edificio. A pesar de haber suspendido, Luisito quiere que su padre le regale una bicicleta, pero la situación obligará a postergar la compra. El marido de Manolita muere a causa de una bomba. 

Ya mayor, Fernán Gómez reconoció que “Si alguna vez hubo un poeta (malo o mediano) dentro de mí, desapareció hace muchos años. En una vieja carpeta quedaron sus restos. Las composiciones recogidas bajo el título A Roma por algo son del año 1952. No forman una selección, son todo lo que había dentro de aquella vieja carpeta. No se presentan con un orden cronológico, sino por temas, por sentimientos, de manera un tanto caprichosa.”

Primer poemario del autor, incluye un prólogo de José García Nieto. El volumen se publicó con catorce dibujos de Manuel de las Casas y se hizo una tirada muy modesta, apenas trescientos ejemplares, todos ellos numerados y firmados a mano por el autor y por el ilustrador.

Selección de textos que Fernando Fernán Gómez ha publicado en diversos medios a lo largo de los años y cuyo nexo común es el arte de la representación. La obra aúna recuerdos, homenajes a amigos o compañeros (Agustín González, Jess Franco, Edgar Neville), reflexiones... La obra destila buena parte de la vida del autor, vinculada íntegramente a la interpretación, y lo hace con un feroz sentido del humor. 

El autor apunta la mala prensa que tiene la vejez, como reflejan los nombres y adjetivos asociados: carcamal, vejestorio, vetusto, provecto... Entre otras muchas preguntas, Fernán-Gómez se plantea dónde deberíamos envejecer, cuestionando el tópico “en casa”. Como alternativa, sugiere una habitación del Hotel Ritz, sufragada por un Estado benefactor, solidario, generoso y cristiano.

Recopilación de anécdotas vividas por el artista, en las que aparecen todos los nombres propios de la escena teatral española.

Recopilación de artículos publicados en diversos periódicos y de conferencias cuyo tema común es el cine. El volumen se divide en cuatro partes principales: Cine; Cine y literatura; Cine y teatro; y Cine y televisión. 

Fernán Gómez nunca ocultó su devoción por los personajes humildes que dan dentelladas al mundo, obligados por la necesidad. El ejemplo más tradicional son los pícaros medievales españoles. En esta obra da rienda suelta al arsenal de anécdotas e historietas que recopiló a lo largo de sus investigaciones. No hace falta decir que el volumen entero es un monumento a la imaginación y la desvergüenza. Las historias narradas sumen al lector en una sonrisa permanente, que solo abandona para rendirse a la gozosa y franca carcajada.

Es un libro lleno de anécdotas y recuerdos personales. En él, Fernán-Gómez muestra cómo el deseo es el leitmotiv de las más famosas escenas de amor en el cine, de la excitación que produce un bolero, del disfrute de una atracción fatal... Todos esos ejemplos y muchos más le permiten concluir que el deseo es, a la vez, estímulo y freno en nuestras vidas, amén de apuntar los secretos que oculta esa extraña máquina de desear que es el hombre. 

Aborda la mala consideración social del cómico a lo largo del tiempo. Según Fernán Gómez, el origen de esa animadversión ancestral arraiga en la esencia misma de la vocación teatral: “Que fingir y mostrar diversas personalidades sea una ocupación remunerada y, en muchos casos, ensalzada, hiere la sensibilidad de los demás.”

Reúne los recuerdos del cómico, escritor y director de cine en un volumen. A través de más de seiscientas páginas, Fernán Gómez brinda al lector una mirada muy personal sobre varias décadas de nuestro país, y también sobre sí mismo. En ellas analiza su vida como colegial, cómo adquirió conciencia de clase, cuáles son sus intereses políticos y hasta qué memorias tomó como referencia para escribir las suyas. 

Un conde codicioso se apodera de las tierras vecinas y, mediante las armas y las prohibiciones, somete al pueblo de los Tranquilopolenses, que eran gente muy feliz. La humillación y la congoja provocan pequeños levantamientos, pero estos solo sirven para llenar las cárceles. Cansados de tanta opresión, los ciudadanos consultan a un brujo local. Poco a poco, comienzan a unirse para abolir el dominio del malvado conde. 

La historia transcurre en un reino donde los niños y niñas, los padres, las madres, los abuelos y las abuelas son buenos. Todos son buenísimos. Aquel era un reino muy pequeño, casi diminuto, con una sola ciudad, llamada Tranquilópolis. Pero algo inquietaba a los tranquilopolenses: la existencia de los ladrones, los malísimos ladrones de Malamontaña, que se dedican a robar en los caminos, y por las noches se cuelan en Tranquilópolis. ¿Cómo conseguir que los malos desaparezcan si no se diferencian físicamente de los buenos? El sabio Pepinillo inventó una máquina que servía para eso. 

Edición y textos de Helena de Llanos y Jorge de Cascante.

Incluye extractos de la obra literaria de Fernán Gómez, fotografías, pasajes que narran escenas de su vida. Incluye lo mejor de sus memorias, El tiempo amarillo, carteles de cine y teatro, recortes de prensa, sus cartas a los Reyes Magos (escritas pasados los 80 años), su discurso de ingreso en la Real Academia Española y muchas otras cosas.

Al fin en un mismo libro la obra y la vida de la persona sobre la que orbitó el mundo cultural español del siglo pasado. Un hombre genial que lo hizo todo en una época en la que no se podía hacer nada.

Este es un libro lleno de sorpresas y descubrimientos. A través de sus páginas se asiste al primer rodaje de Fernando Fernán Gómez, a la adaptación de los argumentos de sus películas, a la revisión de sus guiones, a los entresijos de la censura, a la dirección de actores... También se averigua cómo se pueden interpretar dos papeles distintos en dos rodajes diferentes al mismo tiempo, como ocurrió con Domingo de Carnaval y Bambú; se presencia el montaje de planos de El mundo sigue; se descubren los trucos de doblaje de Fuera de juego... El volumen incluye numerosas ilustraciones: fotogramas, carteles, escenas de rodaje, fotos de estudio, fotos periodísticas...

Los escritores Fernando Fernán-Gómez y Eduardo Haro Tecglen fueron amigos durante cincuenta años, con una relación marcada por las largas conversaciones entre ambos. Diego Galán recogió algunas de esas charlas a propuesta de la editorial Alfaguara. Galán definió a ambos intelectuales como “dos apasionados conversadores, llenos de sabiduría, divertidos y políticamente incorrectos.”

Recopilación de las colaboraciones que el autor publicó en su columna “Impresiones y depresiones” de El País Semanal.